martes, 16 de noviembre de 2010

RENAUT

Es martes y son las 3 y media de la tarde.
Hace aproximadamente 21 horas adquirí un nuevo teléfono celular.
Todo pareciera normal, ya son aparatos de uso tan frecuente, que de ser así, no valdría la pena que escribiera esto.
El detalle es que, hace 21 horas que lo tengo y hace 21 horas que no le puedo dar el uso principal (a veces secundado) de un celular. Acertaron: desde ayer no he podido hacer ni una pinche llamada, ni he podido mandar un puto mensaje.
El motivo de mi cólera parece comprensible, ya que yo, como buen consumidor, miembro semi activo de está sociedad (porque aun no contribuyo con impuestos por ser menor), y siempre acatando las normas aplicables (hasta donde yo me lo permito), ya envié el dichoso mensaje para registrar mi aparato y así liberar mi linea, mi saldo y demás funciones que esto permite.
No me voy a meter con asuntos de que la ley del RENAUT es una marranada y una nueva norma que a todas luces afecta más de lo que beneficia al ciudadano, porque esa cantaleta la dieron incluso los medios masivos, muy exteriorizada y sugestiva, pero a fin de cuentas, se dio a conocer.

De lo que me quiero quejar aquí, en mi pequeño espacio de la web, es de lo poco ágil e inservible del sistema para el registro de las lineas. Y no lo digo infundadamente, debido a que ya envié el mensaje con mi CURP 4 veces, ya le quité la homoclave, ya la puse con mayúsculas e hice ambas combinadas; también me tomé la molestia de llamar al servicio a clientes de Telcel, que lo único que hizo fue mandarme a un menú grabado, el cual me mando a otro menú grabado, que me mando a un tercero, para después escuchar por aproximadamente 2 minutos el primer movimiento de "Para Elisa" de Beethoven mientras yo "esperaba al operador".
Así es como, una vez más, los trámites burocráticos arruinan mi vida en este país.

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