sábado, 23 de junio de 2012

Gracias :D

A los que me hayan leído, a los que aún lean ésto.
A los que compartieron mis crónicas, gustos, rabietas y todo lo que aquí escribí.
No me quiero alargar, tengo flojera. Sólo vengo a avisar que dejo morir este blog, tal vez vaya a otro. Avisar eso y agradecer a los que me leyeron.

Hasta otra.

domingo, 8 de abril de 2012

Primero preguntarse

"Si pones mucha atención, puedes escuchar cómo tus cosas me valenverga".
@Tumeromole
A veces me cago mucho.

Mientras buscaba otro tuit que quería citar se me bajó el entristecimiento. Contrastante con la idea de que de vez en cuando, con sus referencias a esa ocasión, con mis pensamientos al respecto tomará más fuerza. En lo que retomo mi idea, se me cruza la tarea y mejor me pongo a hacer mis diapositivas, mientras dejo que el profundo desprecio que tengo por mi materia de América Latina y el Caribe sofoque momentáneamente la confirmación de hace unos minutos de lo que ya sabía.

La idea que pretendía desarrollar era la de que a veces es mejor no hablar de tu tristeza con los demás, luego la decepción está cabrona porque casi seguramente a tu interlocutor le vales mucha verga.

domingo, 24 de julio de 2011

jueves, 16 de junio de 2011

" -¿Te acuerdas de Los Cuatro Fantásticos?
-Oh sí, con la perra Invisible, el Hombre Llama y toda esa mierda(...)"

Reservoir Dogs  (Tarantino,1992).

miércoles, 8 de junio de 2011

Un día de estos me voy a abandonar muy culeramente.

miércoles, 25 de mayo de 2011

De mis insulsas divagaciones

Cuando tus "hubieras" dependen de alguien más, duelen más que cuando están en tus manos, pienso. Pero cuando siguen dependiendo, lo haces notar, y se ignoran, duelen más. Me imagino que es por cosas como la confianza en la persona que depositaste los "hubieras".

Llego a la conclusión de que cuando la gente cree que obra bien, no hace más. 

Yo soy de esos que necesita un traguito de frialdad para decir lo que no le parece.

Un clásico: cuando alguien quiere hacer o le gusta algo, en serio se nota.

Necesito un trabajo temporal...

miércoles, 18 de mayo de 2011

Largo y tendido

Empieza mi último periodo de vacaciones de tres meses, y con él, muchísimo tiempo libre. Así que, aprovechando que la película que estoy viendo se está cargando porque mi internét repentinamente falló (no suele ser tan lento) escribiré algunas reflexiones significantes en cierta medida para mí, del día de hoy.

Creo que fue hasta hoy que comprendí lo placentero que me resulta platicar con personas que, simplemente, no incluyen en su vocabulario las groserías. Creo que no es coincidencia que ambas personas sean mujeres y que yo tenga tanta aversión por las altisonantes en sus labios (pinche machista misógino conservadorete de mierda). 

Pero no son sólo personas que no las acostumbran ni las dicen repentinamente, sino simplemente, nunca las he notado necesarias en su vocabulario. Se expresan fluido y sin que se asome en su plática la necesidad de semejantes expresiones, ni tampoco son de las que suelen quedarse en el ridículo limbo que existe entre decir un fragmento y omitirla para que "no se oiga tan feo", o cosas así. Simplemente, no las dicen.

Pude notar como sentía comodidad y hasta cierto encanto. Pero creo que fue hasta hoy que lo noté, ya que tuve contacto general sólo con tres personas (las tres mujeres). Una en mi curso para aprobar la materia que adeudo, que las dice muy poco y (considero yo) muy adecuadamente. Las otras dos fueron por pláticas incidentales, ambas "largas y tendidas". Así fue como, llegando a mi casa, noté lo cómodo que me sentía de recordar lo platicado, no sólo por que fueran asuntos agradables o sencillos, sino por lo ya recalcado, el lenguaje.

A estas alturas no es un misterio que yo las ocupo y me siento plácido así. Sin embargo, creo que detalles como los de hoy me ayudan a recordar un poco cómo era, porque sí, yo las adapté muy tardía y muy torpemente a mi vocabulario, precisamente porque no las quería hacer necesarias. Sin embargo, todo cae por su propio peso y ni tardo ni perezoso, y acepto, por total influencia externa, las incluí y sigo sintiéndome bien hablando así. 

Después de esto, podrían tacharme de santurrón, sensibilero, incluso hipócrita o misógino machista, como ya mencioné. Sí, puede ser. 

Aún con todo, recalco, con detalles cómo los de hoy, es placentero recordar.

Sin más, me retiro a ver algunos minutos posteriores de la cinta, y después con mi novia. Salebai.